La fabricación de espejos

La fabricación de espejos.

La fabricación de espejos por medio de sales de plata, ha substituido á las antiguas amalgamas de mercurio y estaño, no tan sólo por la poderosa razón de librar á los obreros de las graves intoxicaciones mercuriales, sino también por razones de sencillez y de economía notable, en pro de los modernos procedimientos.

En breves líneas, vamos á reseñar los sistemas más generalizados en Europa, en la forma más sencilla posible para que resulten al alcance de todas las inteligencias.

Uno de los procedimientos más justamente acreditado es el de Liebig. Consiste en mezclar 12 centm. cúbicos de una solución al 10 p. 100 de nitrato de plata fundido, con 8 centm. cúb. de amoníaco á 13° Cartiei y 28 cent. cúb. de una solución de sosa cáustica al 4 p. 100; se añade en enseguida á la mezcla agua destilada hasta completar 100 cent, cúb.

De otro lado, se prepara una solución de azúcar intervertido, haciendo hervir durante veinte minutos, 25 gramos de azúcar blanco en 200 gramos de agua destilada, con un cent. cúb. de ácido nítrico á 38°, añadiendo luego agua destilada hasta completar 100 cent. cúb.

Un momento antes de utilizar los líquidos, se mezcla á la solución de nitrato de plata una octava parte de la preparación de azúcar.

Se limpia anticipadamente con ácido nítrico y agua destilada la parte del cristíal que debe platearse y se dispone convenientemente dentro de una cubeta, procurando que la cara preparada quede unos 15 milím. distanciada del fondo. Se viértela cantidad de liquido suficiente, para que la superficie inferior quede completamente bañada, y enseguida, bajo la influencia de la luz difusa, empieza la reducción de la plata tomando el cristal una coloración negruzca, que bien pronto toma reflejos argentinos. Un metro cuadrado de espejo necesita 2'25 gramos de plata. Así es que hasta los catorce ó quince minutos el espesor de la capa no es suficiente; se lava al agua destilada y se deja secar. Cuando seca, queda la plata sólidamente adherida al cristal, y basta entonces pasar con una gamuza un poco de rojo inglés de pu.ir, para darle espléndido brillo. Antes de la montura definitiva debe darse una capa de barniz y aun es preferible cobrearlo galvánicamente.

Lenoir recubre el cristal con una amalgama de plata, rociando luego la superficie plateada con una solución extendida en agua de cianuro de mercurio y de potasa. Una parte de la plata es así redisuelta; pero el resto forma con el mercurio una amalgama que es mucho más blanca y adherente,

Por fin, un último procedimiento recomendado por MM. Lumière de Lion, consiste en la reducción de un baño amoniacal de plata, por medio del formaidéhido ó formol. Una solución de 10 gram. de nitrato de plata en 200 gram. de agua se va saturando de amoniaco, hasta que el precipitado negruzco que al principio se forma sea exactamente redisuelto y vuelva á quedar límpida la solución.

El formol debe prepararse al 1 p. 100; pero teniendo en cuenta que el formol comercial se encuentra al 40 p. 100, prepararemos el líquido reductor con 100 gramos de agua y 2'50 grados de formol. En el momento de preparar el espejo, se mezclan las dos soluciones y se vierten sobre el cristal. La única precaución que hay que tomar es la de procurar que la cantidad de liquido sea proporcional á la superficie á platear, á fin de recubrirla de un solo intento, pues el depósito se efectúa en cinco ó seis minutos. Resta para terminar la operación, verificar un buen lavaje y luego dejarlo secar.

En los numerso [sic] sucesivos reseñaremos otros procedimientos de fabricación,  aunque en verdad los que dejamos apuntados son, bajo todos conceptos, recomendables á nuestros industriales.

 

Publicado
Barcelona 20 Mayo 1899
Volumen 1 ~ Número 1 ~ Página 2

Foto de portada: Gigoux, Jean oldbookillustrations.com.